Local clásico en su zona desde hace más de 50 años (van 3 generaciones) dedicado a almuerzos y comidas en la actualidad. Tiene unas cuantas referencias de almuerzos preparados al momento y una carta de comidas muy interesante incluso bastante marisco vivo en una amplia pecera; por supuesto funciona también el menú del día.

En el tema de hoy, de los almuerzos, sus precios oscila de 5,50€ a 8,50€ en función de tamaño y de los ingredientes. El pan está por encima de la media sin ser sobresaliente. Ojo que hay que reservar con tiempo y tiene dos turnos porque solo funciona de miércoles a viernes hasta las 12 horas. Los habituales tamaños medio y entero correspondientes a poco menos y poco más de una barra de pan.

Cita periódica de excolegiales con fallos de última hora que limitó el grupo a 3 sufridos del "esmorzar popular" y uno limitado a desayuno.

Para beber nos quedamos en cañas de presión servidas con prontitud junto a unos cacahuetes con corteza y unas aceitunas, todo básico.

Para los bocadillos elegimos:

. medio de "Mr. Potato": tortilla de patatas que se complementó con un par de longanizas: referido como bueno y que confirmó la apariencia.

. medio de "braskeitor": entrecotte de lomo alto, jamón cortado a mano y queso fundido más 2 huevos fritos en aceite de oliva con cebolla pochada: imposible fallar en esa variante de la brascada. Muy bien.

- entero de "gorrino": careta de cerdo a la plancha, patatas crujientes, salsa Meri y mayonesa de wasabi: troceada la careta, perfecto de plancha, sabroso y que cuesta acabar por su contundencia. Muy bien.

Somos insaciables y añadimos una tapa de oreja de cerdo a la plancha con mayonesa wasabi: amplia ración, buena textura y sabor. Muy bien.

Unos conseguidos cremaets bien preparados y un poco más de sobremesa de lo esperado nos permitió recordar tiempos colegiales pasados. Ésto es felicidad.