El local tiene una buena ubicación en una esquina de la avenida, frente al colegio de médicos, y con una amplia acera donde ha establecido unas cuantas mesas arropadas dentro de un espacio protegido (solo en parte) de las inclemencias del tiempo. El interior del local está casi todo ocupado por la barra y la cocina. Se dedica a desayunos, almuerzos, tapas y platos combinados para comer fundamentalmente.

En la barra hay unas pocas, muy pocas opciones para elegir pero tiene una buena tortilla de patatas, con y sin cebolla. Hay unos pocos sitios que añadir a las sillas del exterior, pero muy agobiantes. El personal, extranjeros de diferentes países, son amables y efectivos en el servicio.

Entras dentro eliges el "esmorzar" y la recomendación es salir a la terraza aunque sea abrigados. Allí te traen el "gasto" que fueron unos cacahuetes fritos básicos y unas aceitunas que la misma ración es para un cliente que, como en nuestro caso, para cuatro.

El pan nos sorprendió para bien, crujiente y calentado en plancha consigue un plus. La ración es un bocadillo similar a media barra y el rellenado está bien. Tomamos:

. bocadillo de tortilla de patata con cebolla y alioli: destacada tortilla en textura (cuajada) y buen sabor. Bien.

. tortilla de patatas y panceta: la otra versión de tortilla con láminas de panceta plancha. Mejor.

. ración de tortilla de patata con cebolla x 2: versión sin entrepan.

Rematamos con unos cremaets, que no entraban en el "esmorazar popular" y no es que fuera un suplemento que es lo habitual, sino que directamente se cobraban aparte. Al menos merecían la pena.

No es para ir adrede pero es de lo mejor que conozco por la zona si tu idea es la tortilla de patatas con o sin extras.