Parador que como el nombre de su calle indica, es la alcazaba antigua de la ciudad y cuyos alrededores de muralla y defensas se están rehabilitando.
Por supuesto está en todo lo alto de la colina (como muchos paradores) formando parte de la zona más antigua de la ciudad.
Sin problemas de aparcamiento ya que aunque es exterior está dentro del recinto.

La decoración y mobiliario interior no es del estilo rústico / castellano que esperarias encontrar por lo que ves en el exterior. Se ha actualizado aunque hace tiempo.

Habitaciones con buena amplitud en todos los temas: camas, mesa de trabajo, armario… También en el baño que cumple holgadamente. Buenas amenities.

Desayuno típico de la cadena y que se hace necesario para recorrer cuesta abajo (sin excesiva pendiente) toda la localidad y poder regresar al hotel. Merece la pena las vistas que hay subiendo y el mirador poco antes de llegar al hotel.