...Y mira que yo no voy a ser el fan nº1 de esta variedad blanca.
Pero el caso es que esta Macabeo ofrece muchas cosas ricas, por muy poco.
De color amarillo pajizo y alimonado en copa.
La nariz resulta ser lo mejor del conjunto final. Resulta agradable, divertido, el ir comprobando todo el abanico frutal que nos llega a mostrar en la fase olfativa: desde las frutas tropicales (piña, mango-maracuyá...) a la fruta blanca y de hueso (melocotón, albaricoque a medio madurar...). De las supuestas notas florales que indican en la contraetiqueta, pues posiblemente las habrá....aunque aquí mi torpeza no me permite diseccionar todo lo que puede aparecer. En todo caso una nariz resultona y expresiva.
Pero todo puede tener un "Ay". Y para mí, reside en la boca. En el trago. Es un 2016, pero con un nivel de acidez inexistente. Un vino para disfrutarlo en el momento; un vino "del año". No hay más. A cambio, si lo conservamos fresquito, se bebe bien, e incluso acepto como parte de su gracia, esos leves toques amargosos al final del trago y en el postgusto.

Saca buena nota media, por esa nariz tan alegre y por una relación elaboración-precio muy interesante. (Comprado a menos de su precio medio de venta: 4,50€)