Situado en el pequeño pueblo de Tabuaço en el Alto Douro.
Le hicimos dos visitas, una al mediodía y al dia siguiente en la cena.
Como en todo Portugal las porciones son generosas, pero además aquí hay calidad tanto en la carne como en el pescado.

Al mediodía pedimos una racion de ternera que elaboran para dos personas, la ternera se deshace en la boca, el acompañamiento siempre es generoso y correcto.
En la cena pedimos bacalao de la casa y pulpo (es muy similar al pulpo a la gallega pero sin cortar en trozos), mejor el bacalao.

La bodega es toda de la zona, tanto blancos como tintos y lógicamente desconocida, asi que hay que dejarse aconsejar. Las copas son algo pesadas, pero pasables.
El tema de los postres en Portugal es otro mundo, tocan muy bien la pastelería y en este caso son postres caseros. Y todo a precios que no estamos nada acostumbrados, con botella de vino, postres y café es difícil llegar a los 40 euros.